Prólogo de «De Casa Trallero de Bestué»

Hace algunos años, unos amigos, Javier y Natalia, convencieron a su abuelo, Antonio Bestregui, para que escribiera sus memorias. Me pidieron que hiciera el prólogo, casi sin tiempo, y es algo que aún hoy agradezco: haber participado en un acto de amor inefable.

PRÓLOGO

 “Recordar: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.”

Galeano.

 “Esto que fue vuelve a ser”

Borges

Orgullosos estaremos cuando hayamos muerto de haber escrito unas memorias, un conjunto de recuerdos, un legado de lo que uno fue y vivió. Relatos de experiencias, vivencias, emociones, situaciones de lo más diverso y variopinto, algunas que encogen el alma y otras que la expanden. Dejar un testimonio para los que nos sobrevendrán es un modo de eternizarse en el tiempo. Inmortalidad de uno y del mundo en el que vivió.

A través de la memoria el pasado vuelve a ser, se hace presente, cambia de estatuto ontológico. Gracias a ella, se re-vive, uno recupera edades ya pasadas, se habla con el padre ya fallecido, se va en busca de trabajos ya realizados, se vuelve a conocer al amor de tu vida, se tienen nuevamente los hijos, se vuelven a reír chistes ya contados, etc. Una dimensión misteriosa se abre ante nuestras miradas cuando recordamos. Estamos aquí, sí, pero también estamos haciendo un viaje espaciotemporal. La memoria se acerca así al mundo onírico, hay algo de real en nuestros recuerdos, igual que hay algo de real en nuestros sueños, a pesar de que no acaban de serlo del todo. Fusión de lo real y lo imaginado, de lo pasado y lo por-venir.

La vida es el cuento que un abuelo le cuenta a sus nietos. El pasado no es exactamente como fue, sino como uno recuerda que fue, cómo uno cuenta su propia vida. La vida de una persona es también literatura, literatura que habla sobre lo real tanto como sobre lo sentido, literatura que parte de un solo individuo pero que acaba hablando del ser humano en su totalidad. En las líneas que siguen a continuación conocerás al entrañable Antonio Bestregui, pero también conocerás a las gentes de un pueblo y de una época. Lo universal se expresa en lo concreto, en la sencillez del día a día. La vida se transforma así en arte: contarla es re-crearla.

En el presente libro asistiremos a la transformación de un documento humano en documento histórico. Las memorias de Antonio expanden sus fronteras y se convierten en memoria histórica, a través de su voz se oyen los ecos de muchas otras personas. Y quizás esto sea mucho más importante en los días en los que vivimos, en los que parece que sólo lo nuevo tenga valor y, de esta forma, sea el nieto el que ha de enseñar al abuelo como moverse en este mundo, cómo utilizar internet, el móvil, etc. Frente a eso, asistamos a esta revalorización del pasado, de la sabiduría de una persona que ha vivido mucho tiempo en este valle y es que, como dice el refrán, más sabe el diablo por viejo que por sabio; rescatemos del olvido las penurias de la guerra y sus consecuencias, la alegría de las fiestas de un pueblo como Bestué o las costumbres de una época y sus saberes. Las raíces del árbol son las que determinan la calidad de sus hojas. Gracias a Antonio y a los que han hecho posible que sus memorias salgan a la luz por rescatarlas del pozo del olvido.

Pablo Bozzo González

Enlace del libro: http://www.centrodellibrodearagon.es/asp/libro_detalle.asp?cod=5545