El arte de preguntar

«Nos volvemos sabios haciendo preguntas, y aun si éstas no son respondidas nos volvemos sabios, porque una pregunta bien hecha lleva su respuesta en la espalda, así como un caracol lleva su caparazón»

Shunryu Suzuki Roshi en Zen en el Arte del Tiro con Arco, de Eugen Herrigel.

Muchas veces no obtenemos respuestas porque nuestras preguntas están mal hechas. Hacemos preguntas superfluas que nos desvían de las cuestiones fundamentales, y en ocasiones este engaño nos sirve de pretexto para no ir más allá. «Pero si yo pregunto», decimos para aliviar nuestra conciencia. Es precisa una actitud mental correcta, serena, tranquila, sincera, sin temor. La pregunta abre puertas y la respuesta entra sin que se lo pidamos, pero hay que estar dispuesto a ventilarse.