El chi kung es una práctica corporal y energética basada en los principios de la filosofía taoísta y la Medicina Tradicional China, cuyo objetivo es fomentar la salud, la vitalidad y la espiritualidad.
El carácter chi (qi) suele traducirse por “aliento” o “energía” (equivale al prana del yoga), mientras que kung (gong)se refiere a “trabajo” o “cultivo”; de esta forma, chi kung puede traducirse como trabajo o cultivo de la energía.
La importancia de la regulación y el cultivo energético radica en que somos principalmente energía, y cuando ésta está equilibrada (a nivel físico, mental, emocional, etc) estamos sanos, vitales y disponibles; por contra, cuando se producen desequilibrios aparece la enfermedad y nos encerramos en nosotros mismos.
Con el chi kung vamos aflojando las tensiones y relajando el cuerpo a través de ejercicios suaves, meditaciones de pié, sentados o estirados, para poder regular nuestra energía, silenciar el diálogo mental y conectar con estados más profundos de ser.
A un nivel más profundo, el chi kung es un camino de alquimia interior que busca refinar la energía para retornar al Origen, fundirse con el Tao, ser Uno con la Naturaleza.
El origen del chi kung es muy antiguo. Yves Requena, en su conocido libro Qi Gong. Gimnasia china para la salud y la longevidad, menciona que en el Nei Jing, «la biblia de los acupuntores», aparecen algunas de las prescripciones del médico Qi Bo al famoso emperador amarillo, Huang Di, en los albores de su civilización – alrededor del 2600 a.C. – en forma de ejercicios físicos y energéticos similares a lo que hoy conocemos por chi kung (el nombre chi kung es más reciente)
En cuanto a los tipos de chi kung, se habla de que en sus inicios se distinguían cinco escuelas: la médica, la taoísta, la budista, la confuciana y la marcial. Sin embargo, esta estructura sirve a título académico, por así decir, pues en la práctica ha habido mucha más mezcla y fusión en cuanto a las técnicas de lo que refleja esta partición, además de que las mismas prácticas podían ser enfocadas a diferentes fines, como a la parte médica o a la marcial, por ejemplo.
Sin ánimo de caer en una excesiva simplificación, actualmente sí podríamos establecer dos vertientes más o menos diferenciadas. Sería el nei gong, o trabajo interno, y el wei gong, o trabajo externo, en función de si nos enfocamos más en un tipo de prácticas enfocadas en lo energético o más en lo físico. De todas formas, hay que tener en cuenta que la mentalidad china, que gira alrededor de la noción de yin yang, no establece unas dicotomías tan rígidas como hacemos en la mentalidad occidental, con lo que diferenciar las prácticas energéticas de las físicas como si fueran dos cosas separadas no es del todo correcto. Sirva simplemente para entender que el chi kung se puede enfocar en diferentes direcciones.