Solsticio

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Sin contar año nuevo, creo que es de las primeras veces que encajo con tanta geometría una celebración. Hoy, 21 de junio, a las 12:07 (hora ¿española? ¿catalana? Europea seguro que no…, mejor hora de aquí) acontece el solsticio de verano en el hemisferio norte. Solsticio, qué lindo nombre. Viene del latín, solstitium, “sol quieto”. Resulta curioso pensar en un sol quieto, como si hubiera entrado en samadhi, como si se hubiera producido una apnea cósmica. Es como cuando tiras una pelota hacia arriba y, al llegar a su máxima altura y justo antes de que empiece a caer, se detuviera. Un milisegundo, imperceptible, de acariciarse con el límite, de saborear la metabólica sucesión del subir con el bajar. Un pelosticio, si se me permite.
Y nosotros aquí, trabajando, hablando, durmiendo, comiendo, leyendo, viendo facebook, escribiendo whatsapp, comiendo o lo que cada cual esté haciendo, sin darnos cuenta de que en un momento del día de hoy el sol se va a quedar quieto, va a hacer una reflexión, va a decidir volver de donde ha venido. Much@s de nosotros, engañados por el calendario impuesto por el cristianismo, vamos a celebrar el 23 de junio, la noche de san Juan. Nada tengo en contra de eso. Sólo recordar, solo reivindicar el acontecimiento real y las fiestas paganas que se regían por los astros. Igual que no celebramos luna llena cuando ya ha pasado, celebremos el solsticio cuando sucede, si es que hay que celebrarlo, claro.
Y celebrar en este caso puede ser sentir un pensamiento. El sol está alcanzando su cenit.
El sol es la luz, es la conciencia en nosotros.
En la teoría de los cinco elementos de la tradición china, hoy entramos en el elemento Fuego, que en el cuerpo humano corresponde al Corazón, que alberga el Shen, el espíritu, la conciencia. Ahora entramos en verano, en el calor, hay más luz, más expansión, es el momento más yang del año. Sin embargo, como todo fuego, conviene controlarlo un poco, so peligro de que arrase por donde pase. Para que la energía del corazón no se desborde y nos veamos arrastrados por las emociones, convendrá tomarse las cosas con un poco de calma, tomar algo de distancia, ver las cosas con cierta perspectiva.
Quizá la misma perspectiva que está tomando el sol en este preciso instante. 12:07 de la mañana en algún lugar de este planeta, perdidos en la inmensidad del universo, mientras los astros juegan a dar vueltas unos alrededor de los otros.
Es buen momento para quemar lo que ya no sirve, para abrir el corazón y amar con sabiduría.
A partir de ahora la pelota empieza a bajar.
Feliz verano